Nuestro país tiene varias fábricas de automóviles, como Vigo, Almussafes, Martorell, Palencia, Landaben… y la mayoría del trabajo de esas fábricas se destina a la exportación, una parte muy pequeña se dedica a abastecer el mercado local español.
En los ocho primeros meses del año, España tiene un holgado superávit comercial, es decir, el país compra muchos menos coches de los que vende, con lo cual, se gana dinero. En los ocho primeros meses del año ese superávit ha crecido un 257,5% respecto al mismo período de 2009.
Hablamos de 2.372,6 millones de euros. Ahora bien, ¿por qué se dice que el sector del automóvil está en crisis en España? Antes de empezar, hay que tener clara la diferencia entre fabricantes y vendedores, que son cosas distintas.
En España, a día de hoy, el sector de fabricación goza de buena salud, porque aunque el mercado interno ha contraído mucho su demanda por la crisis económica, sigue habiendo un número bueno de pedidos desde el exterior, que mantienen las fábricas con un ritmo de trabajo elevado (en general).
Las subvenciones del Estado a las fábricas, para no despedir trabajadores o para hacer ERE más suaves, o simplemente para mantener la producción, no son las mismas ayudas que las del Plan 2000E. El sector que está realmente agobiado es el de la distribución y venta, por la gran disminución de las compras.
Para coches nuevos el Plan 2000E obligaba al Estado a dar 500 euros por coche, y al fabricante o concesionario (acaba siendo este último) a hacer un descuento comercial de 1.000 euros sobre cualquier otra oferta vigente. Y si autonomía de turno estaba adherida, 500 euros más.
Si las fábricas españolas dependiesen del mercado interno, irían bastante mal. Pero gracias a la demanda exterior tenemos a las fábricas con trabajo abundante. Los empleos que están más en peligro son los de comerciales y gente dedicada a la venta de coches. Esos son los que más se quejan.
En las fábricas es cierto que ha habido despidos y expedientes de regulación de empleo, pero eso depende más de la demanda exterior que de la interna. Cabe preguntarnos hasta qué punto esos despidos y ERE estaban justificados desde el punto de vista productivo, no siempre es cierto que se despide “porque sí”.
La contracción en las importaciones ha ayudado a conseguir este superávit. De todas formas, eso es para coches enteros, porque en lo que respecta a componentes, somos fuertemente importadores, pues hay un déficit comercial de 3.183,2 millones de euros.
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