Tras concluir ayer la calificación en quinta posición, Fernando Alonso comentaba que lo mejor que podría pasarle hoy es que en la salida, sus rivales se molestasen o incluso se eliminasen entre ellos. Nada de eso pasó. La salida en Interlagos fue completamente limpia y ahí terminaban algunas de las opciones del asturiano de conseguir un buen resultado.
Pero lo que ahora es negro, en unas vueltas puede ser blanco. Un error de Lewis Hamilton, que le dejaba la puerta abierta de par en par, le permitía adelantar una posición mientras que Nico Hülkenberg opuso más resistencia y hasta la vuelta siete no pudo ascender otra posición. Fernando Alonso ya era tercero aunque para ese momento de la carrera, los Red Bull estaban demasiado lejos como para poder plantarles cara. Ahí acababa la carrera para Fernando Alonso. La tercer posición era la mejor a la que podía aspirar.
El safety-car debería haber puesto de picante. Ni por esas. La fila no se ordenaba y cuando el coche de seguridad se marchaba y cruzaban por la línea de meta, hasta cuatro segundos de diferencia había entre Mark Webber, segundo, y Fernando Alonso. De ahí al final, tan sólo la presión ejercida por el piloto español mejorando los tiempos vuelta a vuelta podría plantear alguna amenaza al piloto australiano. Nada de nada. Tercera posición y punto.
En resumen, minimización de daños y Fernando Alonso sale líder del Gran Premio de Brasil con 8 puntos de ventaja sobre Mark Webber y quince sobre Sebastian Vettel. En Abu Dhabi le bastará con quedar por detrás de Mark Webber, a la espera de lo que haga Sebastian Vettel. Ahora mismo, lo que todo el mundo se pregunta es si en Red Bull seguirán con la política de dejar luchar o si por contra trabajarán en contra de Fernando Alonso. En siete días tendremos campeón del mundo.
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