26 abril 2011

La conducción ineficiente en las autoescuelas


Deseo aportar un punto de vista diferente a la nueva ley de formadores viales y la conducción eficiente. Obtuve mi carné de conducir hace unos meses, me tocó un Seat Ibiza 1.9 TDI de 100 CV, y cinco velocidades.
Era la primera vez que cogía un coche. Mi profesora, que me enseñó realmente bien, me inculcó una conducción poco eficiente, conservadora, apta para un gran número de coches, incluyendo los antiguos.
La conducción eficiente parte de la base de que estamos utilizando un coche medianamente moderno. En los coches antiguos con motores de carburación o inyección mecánica había que hacer algunas cosas diferentes, como dar “alegría” al motor, accionar el starter y esas cosas. Hoy día es otro rollo.
A partir de 2012, se empezará a enseñar conducción eficiente en las clases prácticas. Dado el ritmo de achatarramiento del parque móvil, la posibilidad de conducir un coche de carburación se reduce cada vez más. Por lo tanto es lógico pensar que hay que formar a los alumnos de acuerdo a los coches que tenemos en la actualidad.
Hoy día casi todos los coches nuevos a la venta cumplen Euro 5 (normativa de emisiones) y todos los diesel tienen inyección directa, los gasolina como mínimo tienen inyección multipunto (indirecta) o directa si son más modernos. La mayoría del parque móvil tiene motor de inyección electrónica (se instauró en los años 90).
Cuando se aprende conducción eficiente a posteriori, como me pasó a mi, tuve que luchar contra mis propios prejuicios, luego contra los de otra gente. Antes estaba convencido de que un diesel a 1.200 RPM estaba a punto de calarse.
Afortunadamente para mi, desde que aprendí esto de la conducción eficiente allá por 2009, he ido depurando la técnica y ya me dan ganas de sacarme un título para dar clases yo a otros. 
Hasta que los conductores eficientes no sean mayoría, habrá que seguir lidiando con los topicazos que ya no son vigentes con coches modernos. Por ejemplo, mucha gente tiene la manía de apagar el sistema Stop&Start de los coches nuevos porque piensan que no ahorra, sin haberlo probado numéricamente y sin entender el fundamento del sistema.
También habrá quien piense que eso de la conducción eficiente es ir pisando huevos. Se puede desarrollar una velocidad media superior con menor gasto de combustible, incluso con gente que cree conocer su coche. No siempre el más lento es el más ahorrador, pero el estigma está ahí.
Nací a principios de los 90, y desde pequeñito tengo la costumbre de manipular aparatos electrónicos, como la mayoría de los chicos de mi generación. Tenemos más facilidad para utilizar gadgets, informática, electrónica.… porque lo mamamos desde pequeñitos. Los que vienen de la era más analógica tienen más problema para aprender.
Con los coches, es lo mismo. Partiendo de la base de que un alumno que llega a la autoescuela está verde como un pimiento o sabe muy poco, puede aprender tanto conducción eficiente como ineficiente. Es una tontería enseñar conducción ineficiente para luego tener que volver a aprender la eficiente. Mientras tanto, tiramos el dinero, porque debe ser que nos sobra.
Le costará mucho menos esfuerzo aprender a una persona que está recién “formateada”, que una que tiene que adaptarse. Lo mismo pasa con los ordenadores, una persona de 40 años tiene una curva de aprendizaje más torpe, por lo general, que un chico de 20 años, y si se me apura, que uno de 10-15 según sus circunstancias.
Cuanto más mayor es uno, más reticente es para aprender, por cuestiones filosóficas (“yo ya lo sé”) y por limitaciones naturales. Y creo que debería endurecerse el examen y los conocimientos teóricos, y dejar de pensar que el carné es un derecho inalienable de la persona. No, que se lo saque el que lo merezca, y el que no, que vaya en transporte colectivo o en taxi.
La conducción eficiente no es una moda, es una necesidad y no nos damos cuenta de su urgencia. Aguantamos estoicamente todas las subidas del combustible, la contaminación urbana, el mayor desgaste del coche, más posibilidad de accidentes.… Un buen conductor eficiente es más rápido, más seguro y más ahorrador.
Si en un atasco digamos que hubiese un número significativo de conductores eficientes, se podría demostrar de forma científica que se circularía de forma más fluída. Nos aferramos a un modelo de conducción obsoleto, que no tiene en cuenta los avances de la tecnología, y no terminamos de saber por qué. Puede que sea la respuesta más sencilla: pura cabezonería.
Costó miles de años que la humanidad aceptase que la Tierra no es plana, que los fenómenos naturales no los provocan encolerizados señores en una nube con un martillo y que el conocimiento nos hace realmente libres. La conducción eficiente acabará triunfando con el paso del tiempo, más vale tarde que nunca.
No solo habría que limitarse a enseñar a los nuevos conductores, sino hacer esfuerzos a nivel de Administración para que los conductores existentes, antes de que sean retirados por ancianos, aprendan conducción eficiente, y fomentar la cultura del reciclaje vial. El potencial beneficio es gigantesco.
Pongamos que un curso de conducción eficiente cuesta unos 300 euros. Estoy prácticamente seguro que en menos de cinco años cualquier conductor ha amortizado con bastante margen esa cifra en ahorros de combustible y mantenimiento del coche. Razón de más para extender el “virus” y que nos beneficiemos todos.




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