Gracias a EuroNCAP y a la fuerte I+D que han puesto las firmas automovilísticas hoy día podemos hablar de accidentes que antes implicaban pena de muerte. Del BMW X5 sabemos cómo queda tras colisionar contra una barrera a 64 km/h, con un solapamiento determinado, simulando una colisión frontolateral.
El pasado 21 de febrero, por causas que desconozco, un BMW X5 invadió el carril contrario y colisionó contra otro SUV frontolatealmente. Casualidades de la vida, se trataba de otro ejemplar de X5, creo que hasta coinciden en el color.
Pese a la espectacularidad tremenda del accidente, no tenemos que lamentar ningún muerto, sino heridos graves. Quizás el detalle que les ha hecho salvar le vida es colisionar con un modelo que tiene todas las zonas de compatibilidad pensadas para colisionar.… consigo mismo.
¿Qué ocurrió exactamente? La información es limitada. Es muy fácil que la calzada estuviese helada. Es difícil precisar a qué velocidad iban sin el informe pericial.
Sucedió en un punto intermedio entre Samara y Orenburg, aunque según el mapa no hay un camino directo. El terreno es prácticamente liso, y todas las opciones están abiertas: patinazo, somnolencia, distracción, etc. El caso es que vaya suertaca han tenido. Es probable que incluso hayan colisionado a velocidad de EuroNCAP o levemente superior.
Si comparamos cómo queda un X5 cuando colisiona a 64 km/h contra un objeto que simula ser otro coche, podríamos concluir que la velocidad de impacto fue un poco más alta, en torno a 10-20 km/h más. Nos podemos fijar en el estado de los capots, puerta trasera izquierda o dónde ha acabado el neumático delantero izquierdo.
Las pruebas EuroNCAP han puesto mucho de su parte para que no hablemos de muertos, porque es precisamente una de sus simulaciones de este tipo de accidente las que han mejorado la seguridad pasiva de los habitáculos. Al final, no es todo marketing o cumplir de cara a la galería, tiene su utilidad.
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