Es una noticia triste, muy triste, pero desafortunadamente se veia venir desde hace demasiado tiempo, digamos que suficiente. Sus modelos eran anticuados, aunque el mayor problema no era ese, si no la poca competitividad, eran caros. Su red de distribución no era buena, y su servicio post-venta, tampoco. Sus ventas, ridículas, a penas unas unidades que se podían contar con la palma de la mano, y la mayoría de ellas pertenecientes a organismos del gobierno y para colmo su andadura con Iveco ha sido un fracaso, pero aún así es una pieza indispensable de la historia automovilística de España.
Santana Motor, la Junta de Andalucía, CC OO y UGT han acordado el plan “Linares futuro”, que supone la desaparición inminente de la planta de fabricación de vehículos Santana reduciendo su plantilla en más de 790 personas, todas ellas mayores de 50 años que serán prejubiladas.
Se conservarán 200 puestos de trabajo ya existentes e, incluso se contratará a 100 empleos nuevos a lo largo de la puesta en marcha de los diferentes proyectos industriales diseñados a corto plazo.
Santana Motor deja la industria automovilística aunque según dicen, dejan las puertas abiertas para el futuro. Las instalaciones destinadas a fabricar vehículos no se van a desmantelar por lo que se podrá mantener la fabricación de vehículos cuando de alguna forma u otra se crea conveniente.
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