Advertíamos ayer que, pese a la enésima Pole del campeón alemán, el domingo no iba a ser tan fácil. Que había carrera. ¡Y vaya si la hubo!
La prueba comenzaba con chispas saltando en la misma salida, cuando Button arrancaba mejor que Vettel, y éste le cerraba hacia el muro primero, y luego hacia el césped, en una maniobra muy larga, eterna, sin volantazos, pero tal vez demasiado exagerada y agresiva… de hecho si el inglés no levanta, se habrían tocado sin remisión, o tendría que haberse salido de pista, (McLaren reclamó la acción, que fue desestimada).
Aquí, en un momento así, es donde la mente fría de este gran piloto cobra ventaja sobre muchos otros: supo ceder, perdiendo incluso posición con su compañero de equipo, Hamilton… era una pequeña primera batalla perdida, pero la guerra era larga, y él sabía muy bien de sus posibilidades. Un mundo de carrera quedaba por delante.
Por la parte media-alta del pelotón, la mala salida del piloto local, Kobayashi (no tuvo hoy su día), provocaba los típicos embrollos de una arrancada, con las dudas y baile de plazas habituales, que lo dejaban a él perdiendo cinco posiciones, junto a los Renault, que también perdían comba, ocasión que aprovechaban los pilotos de Force India para colarse.
No sólo era el británico quien sufría gran pérdida de tiempo con los neumáticos (medias de un segundo por vuelta), sino todos los que salieron con blandas, con lo que en las siguientes dos vueltas, la procesión a boxes fue la nota a destacar. Pero habían dado tan pocos giros, que las diferencias entre ellos eran mínimas, por lo que era previsible algún cambio de posición entre los punteros tras su reincorporación a pista.
Así, una vez recolocados, en la vuelta 12 (en la queBuemi decía adiós a la carrera con una rueda desprendida), las posiciones quedaban con Vettel y Button al frente, seguidos de Alonso y Hamilton, que perdía dos puestos tras su cambio, y conMassa y Webber detrás. Todos ellos muy juntos en un lapso de apenas ocho segundos, y en posición los seis pilotos de activar su DRS contra el rival delantero. Blandas por blandas fue el cambio elegido por todos.
Justo antes de entrar a pit, Hamilton, que venía sin ya zapatos, terriblemente acosado porMassa, tiene un toque con el brasileño, lance de carrera sin más, que deja un trozo de deflector en medio de la pista. La temprana entrada de Vettel, y la mejor gestión de Button, provoca un vuelco en el liderato, quedando la situación tras la segunda parada con el de McLaren líder,Sebastian, Fernando y Webber, que ganaba dos puestos, seguidos de Massa y Lewis. En ese momento (vuelta 24) Dirección de Carrera decide sacar el Safety Car durante unos breves giros para limpiar la pista de esas piezas desprendidas de las que hablábamos en medio de la trazada, ocasión aprovechada por ambos Mercedes (Rosberg venía en plena remontada tras salir muy atrás), para entrar a boxes.
Pero no había mucho tiempo para pensarlo. Entre las vueltas 34 y 38, las gomas dicen basta, y se ven obligados a la tercera parada: optan por montar medias, y rezar porque aguanten a ritmo competitivo las bastantes vueltas que aún restaban. Tras el baile de boxes, Button sigue al frente del grupo, con Alonso ya detrás, al alargar un poco su parada frente a Vettel. Su compañero Webber lo persigue, y Hamilton adelanta en pista a Massa tras la reincorporación.
A todo esto, el líder de carrera era un sorprendente Schumacher, que alarga su parada bastante, haciendo gala durante toda la carrera de una inteligente y productiva gestión de gomas (algo que curiosamente ha sido caballo de batalla en Mercedes durante toda la temporada). Tras su parada, saldrá por delante de Massa robándole la 6º posición.
La gente contuvo el aliento hasta falta de tres giros, cuando Alonso se sitúa en posición de DRS a un segundo… entonces llegó la calma: a Vettel le informan por radio de que no intente pasar aFernando (lo tenía también pegado), al mismo tiempo que a Webber (venía muy fuerte) le piden que respete el podio de su compañero de equipo. Y mientras Jenson, por su parte, demuestra que su “debilidad” no era tan real, sino un ahorro bien medido, y vuelve a pegar un tirón fuerte, adquiriendo incluso la vuelta rápida de carrera. Más que merecida victoria.
No defraudó, pues Suzuka, que vuelve, como no podía ser menos, a ser juez definitivo en la disputa del título de pilotos, con la proclamación del bicampeón más joven de la historia:¡¡Enhorabuena Vettel!! Indiscutible. Y felicidades también a un hombre que esta temporada se está forjando, más si cabe, a sí mismo, a base de puro pilotaje: Button. En verdad meritorio.
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